Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://repositorio.unae.edu.ec/handle/56000/253
Título : Opciones de lectura de la casa a la escuela
Autor : Enríquez Maldonado, Marco Antonio
Palabras clave : Lectura
Escuela
Tecnología de la información
Familia
Fecha de publicación : sep-2016
Editorial : Universidad Nacional de Educación del Ecuador
Citación : Mamakuna No 3 pp. 48-53
Resumen : Escribir y hablar del acto de leer y del proceso de lectura no es un asunto simple, tampoco del que se haya teorizado hace poco. Es un tema que se lo aborda con regularidad, pero que seguimos débiles en el mejoramiento del hábito de lectura. El vínculo entre la casa y la escuela es una de las claves que nos permitirá avanzar en el entendimiento y fructificación de estos procesos. Friedrich Nietzche dice que las frases son piedrecillas que el escritor arroja en el alma del lector. El diámetro de las ondas concéntricas que desplazan depende de las dimensiones del estanque. Ello determina que el diámetro del estanque que cada uno tiene (es) depende de la manera cómo configuremos nuestro mundo y el entendimiento de los mundos circundantes que tengamos, para que podamos generar nuevos mundos basados en procesos de aprendizaje. La lectura es un proceso asociativo, con infinidad de actores, cada uno de los cuales deberá estar ávido de conocimiento y aprendizaje, saltando la barrera de la simple enseñanza. Allí estaremos en condición de transformar la obligatoriedad en placer y potenciar el hábito de la lectura como algo lleno de creatividad y realización. La lectura como una ventana al mundo, desde nuestro mundo interior. Finalizamos con unas líneas que escribe Gabriel Gracía Márquez acerca de la lectura y de la acción docente, que nos deja importantes sugerencias implícitas: “Tengo un gran respeto, y sobre todo un gran cariño, por el oficio de profesor y por eso mismo me reconforta saber que ellos también son víctimas de un sistema de enseñanza que los induce a decir bestialidades. Una de las personas inolvidables en mi vida es la profesora que me enseñó a leer, a los cinco años. Era una moza bonita y sabia, que no pretendía saber más de lo que podía, y era tan joven que con el tiempo acabó siendo más joven que yo. Era ella la que nos leía, en clase, los primeros poemas. Recuerdo con la misma gratitud al profesor de literatura del colegio, un hombre modesto y prudente que nos conducía por el laberinto de los buenos libros sin interpretaciones rebuscadas. Este método posibilitaba a sus alumnos una participación más personal y libre en el milagro de la poesía. En síntesis, un curso de literatura no debería ser más que una buena guía de lecturas. Cualquier otra pretensión no sirve nada más que para asustar a los niños. Pienso yo, aquí entre nosotros.”
URI : http://repositorio.unae.edu.ec/handle/56000/253
http://revistas.unae.edu.ec/index.php/mamakuna/article/view/47
ISSN : 1390-9940
Aparece en las colecciones: Mamakuna No. 03

Ficheros en este ítem:
Fichero Descripción Tamaño Formato  
Revista Mamakuna N°3 50-55.pdfTexto completo564,56 kBAdobe PDFVisualizar/Abrir


Los ítems de DSpace están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.